El chicle sin azúcar después de una comida puede ser muy eficaz para controlar el deseo de fumar. La acción de masticación mantiene la boca ocupada y ayuda a combatir la abstinencia de nicotina (http://www.mayoclinic.org/ “Quitting smoking: 10 ways to resist tobacco cravings”). Además, dado que una persona promedio aumenta un poco de peso después de dejar de fumar (https://www.betterhealth.vic.gov.au/ “Smoking and Weight”), el chicle bajo en calorías ayuda a mantener el peso y la moral alta.
Parecido al chicle, comer una pequeña cantidad de frutas y verduras crudas puede ayudar a reducir la ansiedad y limitar el aumento de peso. Por ejemplo, un tallo de apio de 30 cm sólo tiene 10 calorías. Las verduras también pueden ayudar a controlar el deseo oral. Si las verduras crudas no son tu ideal de colación, chupar un chupetín también puede ayudarte a controlar el deseo oral (https://quitday.org/ “Foods & Drinks That May Help You to Quit Smoking”).
Respirar profundamente puede ayudar a relajarte y a mantener la mente enfocada. Después de limpiar la mesa y lavar los platos, buscá un lugar tranquilo donde puedas relajarte, respirá profundamente y contá cada respiración. Tu ritmo cardíaco se ralentizará y te vas a sentir más tranquilo. Mantené un ritmo. Repetí esta rutina 10 veces y vas a sentir una clara diferencia (http://healthland.time.com/ “6 Breathing Exercises to Relax in 10 Minutes or Less”).
Esperá entre 5-10 minutos y el deseo de fumar pasará (https://www.smokefree.gov/cravings). Leé un libro, escuchá música, visitá tus blogs favoritos con artículos interesantes para leer, jugá a un juego en el celular, enviale un texto a un amigo o andá a dar un paseo. Antes de darte cuenta, el deseo habrá pasado, ya que normalmente dura sólo unos minutos.
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